Residencia de Mayores Nª Sra. de los Dolores de Siles |
Que la Fundación Nª Sra. de los Dolores sea la mayor empresa de Siles no es óbice para que su situación se estudie en sesión plenaria. Lo que pertenece al ámbito privado debe permanecer justamente en tal ámbito, fuera del alcance de las garras de la política municipal.
Imaginen por un momento que la gestión de la Residencia de Tiempo Libre de Siles, otro de los mayores empleadores de la localidad, en la cual realiza labores de distinta índole −pero tengo entendido de cierta responsabilidad− el portavoz del grupo socialista, fuera, por tal motivo, objeto de discusión y control por parte de la corporación local. Sería realmente una situación difícil de imaginar y al parecer totalmente fuera de sitio. Los concejales son personas totalmente ajenas a una u otra institución por más que esta última roce los límites de lo público, si es que no los sobrepasa ampliamente; pero ese es un asunto bien diferente del que nos ocupa.
Como particulares (por muy representantes que se quiera) fuera del organigrama de la residencia de ancianos, y, por tanto, sin ninguna vinculación con ella, deberíamos entender −desde la sensatez que se nos exige− la negativa a que nos proporcionen ciertos informes, pues la fundación es en sí misma un ente autónomo, totalmente independiente del consistorio, a pesar de compartir presidente debido a una simple cuestión estatutaria.
En el sentido que venimos comentando, el primer patrono, a buen seguro, conoce las vías por las que canalizar la información ante quien deba responsabilidad, sean sus trabajadores, los residentes o quien ejerza su representación , resto de los patronos, etc… A la vez que sí está sometido −como alcalde-presidente de nuestra corporación− a dar información rigurosa y someterse al control, no ya solo de los concejales de la oposición, sino del resto de sus conciudadanos.
Y es que todo este monumental embrollo se debe al error, no poco frecuente, de confundir un cargo con otro.